domingo, 23 de diciembre de 2007

La República Mexicana gasta catorce millones de pesos en sostener soldados que la tiranicen sin defenderla.


Cada mexicano debe preguntarse diariamente a si mismo si el pueblo existe para el clero o si el clero ha sido creado para satisfacer las necedades del pueblo.

JOSÉ MARÍA LUIS MORA (1835).




El Nacionalista



ESTE MEDIO Y TODOS LOS QUE EN EL COLABORAN, LES DESEAN UNA FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO 2008, ESPERANDO CONTAR CON SU AMABLE LECTURA Y SUS ACERTADÍSIMOS CORREOS ELECTRÓNICOS QUE NOS HACEN FAVOR DE ENVIAR.



ARTICULO


UNA NAVIDAD SIN SANTOCLÓS





Unos días antes del Aniversario de la Revolución inconclusa (donde ganaron los changos carrancistas me parece pertinente anotar) los pochistas esperan con ansias en lo mas dentro de su pro-yanqui pecho la ocasión de tapizar cuanto lugar les parece propicio, con imágenes de aquel panzón bonachón de nariz roja y cara rosada denominado Santoclós. ¡No solo con eso! renos de nariz roja, trineos, nieve, aldeas nevadas de cabañas de madera elaboradas, con techos de dos hojas, pistas de hielo con patinadores con orejeras, entre otros monumentos del mal gusto inundan por doquier… ¡propaganda sajona descarada a todo lo que da!.


Así como el verano es la parte de la elipse de la tierra donde mas nos acercamos al sol, es en la navidad donde mas agresiva es la ofensiva de los vecinos de norte para inocular su cultura y forma de vida en nuestra sociedad totalmente distinta, con la misma finalidad que el Jalogüin, ampliar sus mercados a sus productos chatarra.


Un ejemplo es la dichosa pista de hielo del Zócalo que ya tuvimos la oportunidad de censurar en la contribución anterior. Como le he referido a vuestras mercedes los colaboradores de este espacio acostumbramos acudir al Centro Histórico a deambular por sus edificios coloniales, por tal motivo hemos tenido oportunidad de observar un episodio bastante risible que consiste en que la gente que gusta de acudir a la pista para probar con sus posaderas el hielo, acude ataviada (por no decir caracterizada) de una versión mexicano-neoyorquina de patinador.


Se aparejan con guantes, gorros, bufandas, ¡una cosa muy de ver! tal pareciera que acuden al Polo Norte y no a desquitar sus impuestos que nunca terminaran en escuelas o en algo que valga la pena.


Desde los cincuentas, en el sexenio de Miguel Alemán, se sentia venir la estocada, el acercamiento a los Estados Unidos de América, como un símbolo de modernidad.


Recuerdo una película llamada “SANTA CLAUS” donde le querían meter a los niños de México la imagen del gordito blanco, sajón y protestante que veía a todos por igual y premiaba únicamente por sus buenas acciones.


¡Jo Jo Jo Jode-te frijo le rou!


Se filmo al parecer en 1960, la protagonizaba el villano del buen cine mexicano José Elías Moreno, un excelente actor que se rebajó después de caracterizar a mi General Villa, a servir de ariete a la propaganda del american güey of laif.


Auxiliando al Gordito pederasta

En el cinta tambien se apreciaba al Pulgarcito de nombre Cesáreo Quezadas (en la actualidad a la sombra acusado de violador de sus propios hijos), quien salía vestido de pastorcillo mexicanito, como buen estereotipo -que en esa película abundan- como si se sintieran los productores realmente orgullosos de ser mexicanos.


Antes de hacerse aficionado a las torpedades


Cuando el nefando obeso de luenga barba tocaba el piano (blanco… por supuesto, domina ese color hasta los africanitos no se veían tan oscuros) se iluminaba arriba de las teclas una leyenda del lugar originario de donde cantaban los niños ataviados de trajes típicos. Para colmo de males, el mejor ejemplo de la amalgama bastarda de nuestras tradiciones con supercherias celtas, es cuando aparece un pobre “diablo” a quien amenaza el “diablo mayor” que si no hace que los niños de porten mal “comerá en vez de fuego, helado de chocolate para la eternidad”. Una mezcla de pastorela, con la “tradición” extraña del Santoclós.


Observando los objetos de valor de las casas

Gusto le dio al que escribe, cuando unos niños influenciados por el dimoño lanzaron piedras a la vitrina donde un santoclós mecánico idiotizaba a los niños y engañaba a los padres de pinta y vestimenta sajona (ni siquiera un morenito).


Ahora veras... lo de la bomba atomica fue porque....


Así que una vez más este medio, adoctrina a sus amados lectores que se distraen de sus ocupaciones para leer lo que es bueno a su Patria, a que se abstengan de propagar la imagen del panzón de pijama roja, por ser cosa una cosa muy mala y diría yo que hasta demoníaca, por tratarse algo contrario a nuestras tradiciones.

Si gustan de dar regalos en navidad, den rienda suelta a su generosidad. Si quieren atribuir su origen a algo extra-sensorial, háganlo alguien realmente existe como lo es el Santo Niño Dios.


MÉXICO POR ENCIMA DE TODO